Se trata de la Imagen más antigua que se procesiona en la ciudad de Málaga.
Su estética muestra una cercanía con los últimos coletazos goticistas de la primera mitad del XVI. Sus orígenes plenamente documentados en 1505 se encuentran en el convento de San Luis. Posteriormente, se fusionará con las hermandades de Azotes y Ánimas en 1891.
Deteriorado tras la contienda civil, sus restos fueron encontrados en la trascapilla de la Exaltación en la primera mitad de la década de los 70 por el hermano Javier Capelástegui Pérez-España y por ello los restos se salvaron del incendio que el 21 de julio de 1980 calcinó la capilla y con ella su crucificado de la Exaltación, las dos Vírgenes de la cofradía y la efigie de San Juan Evangelista.
Se recompone la sección y es en 1991 cuando se decide su recuperación para volver al culto externo. La litografía existente en el Museo de Artes Populares, así como fotografías de principio del siglo muestran la estética dieciochesca que acompañaba al cristo y que parece refrenda el somero tratamiento del cabello.
Entre los años 2011 y 2012, fue intervenido definitivamente por el escultor y restaurador Juan Manuel Miñarro, recuperándose su impronta originaria, y pasando a realizar culto externo en la jornada del Jueves Santo por el Recorrido Oficial de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga.