La Sagrada Imagen de Jesús de Azotes y Columna, data de la primera mitad del s. XVIII y se atribuye a Andrés de Carvajal. La imagen representa a Jesús en el momento de la Flagelación (Mat. 27, 26; Mar. 15, 15; Juan 23; Lucas 19, 1), desnudo y amarrado a una columna.
Jesús de Azotes y Columna fue titular de la hermandad del mismo nombre radicada en el extinto convento franciscano de San Luis el Real, que se fusionó en 1891 con las cofradías de la Vera+Cruz y la de las Ánimas de Ciegos (de procedencia igualmente franciscana, pero residentes de la Iglesia de la Concepción en ese momento).
La Imagen está tallada en madera, representando el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante, las piernas algo separadas, con la pierna derecha flexionada; los brazos extendidos y cruzados se unen por las muñecas que van atadas entre sí a una columna que, siendo de madera, se encuentra revestida de carey y plata, con incrustaciones en nácar, muy posiblemente por sus características, esta pieza fuese traída desde Méjico en el s. XVIII.
Su carácter plenamente procesional como vértice de un grupo de misterio (la flagelación de Cristo) se demuestra en su dinámica postura a través del movimiento impreso en las piernas y la violenta expresión crispada por el sufrimiento, de marcado carácter dialogante.